EL CORAZÓN DEL ROBLE

Cuando los grandes dragones de nuestra mitología se cansaron de la feroz persecución a que eran sometidos por los hombres, se reunieron en la “Colina del dragón” y aunando toda la fuerza de sus enormes conocimientos y la magia atesorada durante generaciones, la hicieron desaparecer trasladándose y con ellos todo su universo fantástico, más allá de los confines de nuestro mundo, hacia otra dimensión hacia ese inmenso cosmos regido por la fantasía. En el mismo centro de la colina del dragón hay un roble grande como una montaña y viejo como el tiempo.
Miles de años de existencia han dejado su legado en su tronco y en sus ramas, que se han multiplicado como las estrellas. Sus raíces han recorrido lentamente un camino que con los días y con los años y después de siglos, han llegado a lo más profundo de la colina del dragón, abrazadas a su propio corazón”.
Así comienza “El corazón del roble”, una historia épica, aderezada con buenas dosis de humor y una pizca de romanticismo.
Extraños acontecimientos están cambiando el clima en la colina del dragón. La caída brusca de las temperaturas ha sumido la tierra en el frío y la oscuridad. El bosque se muere y Robin, el pequeño Elfo, guardián del bosque, suplica a los dioses ayuda para combatir el mal que amenaza con destruir la vida. La ayuda que al final recibe no es precisamente lo que esperaba.
En casa de Elfy una riña doméstica provocará sorprendentes sucesos.
Una fortaleza de hielo que encierra más de una sorpresa, una espada mágica forjada de una estrella y una orden de caballería, los “Dana-Hin”, los caballeros dragón, son el eje sobre el que gira el argumento de una historia que lleva Elfy y demás personajes a descubrir que no siempre las cosas son lo que parecen y que el equilibrio de nuestro universo depende de nuestro esfuerzo, sacrificio y en definitiva de nuestra responsabilidad.