LOS AMOS DEL BARRIO
Lo único más peligroso que la amenaza que se cierne sobre los buenos ciudadanos de la zona residencial de Glenview son los cuatro tipos que se han unido con el fin de salvarlos. Presentamos a la Patrulla de Vigilancia Vecinal: el cívico Evan (Ben Stiller), el gran amante de la familia Bob (Vince Vaughn), el impredecible y rudo Franklin (Jonah Hill) y el divorciado y ansioso de amor Jamarcus (Richard Ayoade).
En este enclave aparentemente tranquilo y seguro, Evan, Bob, Franklin y Jamarcus han decidido unir sus fuerzas para proteger a su comunidad. Además, así pueden disfrutar de algunas de las ventajas que se derivan de ser un “Vigilante”…, como beber cerveza, darle al pico y, simple y llanamente, comportarse como tíos.
Incluso con –o quizás debido a– sus fantasiosas y flamantes chaquetas de “Vigilante”, estampadas con flamígeras alas y una cabeza de tigre (no preguntéis por qué), estos cuatro tipos no provocan demasiado miedo y no logran inicialmente el respeto de los residentes por los que supuestamente velan. Un grupo de chavales les tira huevos, y para la policía local son solo un chiste: Tipos Duros…, pero no muy listos. Sin embargo, cuando el coche de la Patrulla de Vigilancia choca contra algo que deja tras de sí una estela de una viscosa sustancia verde y una especie de tentáculo, y además encuentran un extraño dispositivo en forma de bola de bolos que emite un intenso rayo de energía, el pequeño grupo comprende que han topado con algo mucho más importante que un simple merodeador deambulando por el barrio.
En este enclave aparentemente tranquilo y seguro, Evan, Bob, Franklin y Jamarcus han decidido unir sus fuerzas para proteger a su comunidad. Además, así pueden disfrutar de algunas de las ventajas que se derivan de ser un “Vigilante”…, como beber cerveza, darle al pico y, simple y llanamente, comportarse como tíos.
Incluso con –o quizás debido a– sus fantasiosas y flamantes chaquetas de “Vigilante”, estampadas con flamígeras alas y una cabeza de tigre (no preguntéis por qué), estos cuatro tipos no provocan demasiado miedo y no logran inicialmente el respeto de los residentes por los que supuestamente velan. Un grupo de chavales les tira huevos, y para la policía local son solo un chiste: Tipos Duros…, pero no muy listos. Sin embargo, cuando el coche de la Patrulla de Vigilancia choca contra algo que deja tras de sí una estela de una viscosa sustancia verde y una especie de tentáculo, y además encuentran un extraño dispositivo en forma de bola de bolos que emite un intenso rayo de energía, el pequeño grupo comprende que han topado con algo mucho más importante que un simple merodeador deambulando por el barrio.
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