MI SEMANA CON MARILYN
A principios del verano de 1956, la estrella del cine norteamericana Marilyn Monroe pisó por primera vez suelo británico. Recién casada con Arthur Miller y coincidiendo con su luna de miel, Marilyn llega a Inglaterra para rodar EL PRÍNCIPE Y LA CORISTA, el film que le haría compartir escena con el célebre Sir Laurence Olivier, legendario actor británico de teatro y cine, que protagonizaba y dirigía la cinta.
Ese mismo verano Colin Clark, un joven de 23 años, pisaba un set de rodaje por primera vez. Recién licenciado en Oxford y aspirante a director, aceptó un trabajo de ayudante de producción en el set de EL PRÍNCIPE Y LA CORISTA . Cuarenta años después explicó sus experiencias durante los seis meses de rodaje en un libro autobiográfico: El príncipe, la corista y yo.
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